¿Dónde está el Nido del Águila de Hitler?

Fotos del nido de águila de Hitler

Hitler pasó un tercio de su tiempo en el poder en el Berghof, en el monte Obersalzberg, debajo del Nido de Águila. ¿Dónde está el Nido de Águila y qué encontraré allí? El Berghof se convirtió en una segunda sede del poder durante el Tercer Reich, pero ya no está en pie. El Nido de Águila se construyó como casa de té diplomática para Adolf Hitler. La estructura en la cima de la montaña y la carretera que conducía a ella fueron consideradas una gran hazaña de la ingeniería de la época.

El llamado “Nido de Águila” (Kehlsteinhaus) se construyó como casa de té para Adolf Hitler en la montaña Kehlstein, a una altura de 1.834 metros. Lo que pocos saben es que la casa de Hitler (el Berghof) y el cuartel general del sur -su segunda sede de poder- estaban situados en el Obersalzberg, al pie de la montaña del Nido de Águila.

Debido a su gran altitud, el Nido de Águila no suele abrir hasta mediados de mayo. Durante las tres semanas previas a la apertura de la carretera de alta montaña que lleva al edificio (la carretera está encaramada a la pared del acantilado), un equipo no sólo limpia la nieve, sino que comprueba la ladera de la montaña para ver si hay piedras sueltas o cualquier otro posible peligro. La carretera y el edificio no pueden abrirse hasta que se dé el visto bueno. La fecha exacta de apertura no suele conocerse hasta unas dos semanas antes de la apertura prevista y está sujeta a las condiciones meteorológicas. El Nido de Águila cierra oficialmente a finales de octubre, pero las nevadas tempranas a veces obligan a cerrar antes.

El restaurante del nido de águilas

En la década de 1930, tras convertirse en canciller alemán, Adolf Hitler buscaba el lugar perfecto para establecer un refugio oficial en la montaña: un Camp David para su régimen nazi. Eligió el Obersalzberg, una zona montañosa de espectacular belleza a pocos kilómetros de la ciudad comercial de Berchtesgaden.

La región, un dedo del territorio bávaro que se adentra en el sur de Austria, había sido durante mucho tiempo uno de los clásicos rincones románticos de Alemania. Hitler había atribuido a su paisaje -tan impregnado de leyendas y cercano al alma del pueblo alemán- el mérito de haberle inspirado mientras terminaba su manifiesto, Mein Kampf, en una cabaña alquilada en el Obersalzberg en la década de 1920. Sus propagandistas aprovecharon su amor por esta región para establecer la noción de que el nativo austriaco era verdaderamente alemán de corazón.

Pero Obersalzberg también albergaba un enorme complejo de 80 edificios -vallado al público después de 1936, y conectado por extensos búnkeres- donde se gestaron las principales decisiones que condujeron a la Segunda Guerra Mundial. El propio Hitler pasó cerca de un tercio de su tiempo como canciller en el Berghof, recibió a los líderes mundiales en el complejo, y más tarde lo hizo preparar para su última batalla.

El ascensor del nido de águilas de Hitler

Una vez en la cima, puedes explorar la mayoría de las habitaciones y comer o beber algo en el mismo lugar en el que Hitler, Eva Braun, Himmler y los demás celebraban sus banquetes y entretenían a los diplomáticos extranjeros. En el exterior, justo después de la terraza de la cervecería, hay un camino que lleva a un punto más alto que merece la pena subir. Cuando el tiempo acompaña, el panorama es increíble. Justo a la altura de los Alpes, con vistas a Alemania y Austria, las montañas escarpadas se alejan en todas las direcciones. En un día claro, se puede ver Salzburgo. Incluso cuando hay niebla, las nubes que se arremolinan le dan una sensación agradablemente inquietante.

La fascinación de Hitler por las viejas leyendas germánicas se refleja en el estilo y la ubicación del edificio.La robusta Kehlsteinhaus tiene un aspecto pseudomedieval en su interior, con sus gruesos muros de granito y sus pesados techos con vigas: una versión moderna de la fortaleza de montaña donde los legendarios héroes germánicos esperan, como Barbarroja, durmiendo bajo el Untersberg, al otro lado del valle.El Nido del Águila no sufrió daños durante la guerra, por lo que tiene el mismo aspecto que en abril de 1945. La mayor parte del mobiliario fue retirado por las fuerzas de ocupación, pero la chimenea de mármol rojo que Mussolini regaló a Hitler sigue allí, menos algunas piezas desprendidas por los cazadores de recuerdos.

El nido de águila de Hitler antes y ahora

Primer plano de la entrada principal de la estación de Berchtesgaden. Una enorme bandera con la esvástica colgaba originalmente del asta de hierro forjado de la izquierda. Hitler disponía de una entrada/salida privada más adelante en el edificio.

Hoy en día sólo quedan los cimientos de la caseta de vigilancia de las SS que originalmente bloqueaba la carretera principal que subía desde Berchtesgaden (véase la imagen inferior). Más allá de la caseta de madera estaba la casa de Hitler, en una elevación a la derecha.

Mark fotografiado entre las ruinas de la casa de Hitler, el Berghof. En la actualidad, sólo queda intacto el enorme muro de contención trasero de la casa. Hitler compró la propiedad original, Haus Wachenfels, en 1933 con los derechos de autor de Mein Kampf. Rebautizada como “Berghof”, fue ampliamente reconstruida y ampliada (véase más abajo).

Uno de los pocos elementos metálicos que quedan en el Berghof, situado en el lado de la Adjuntía del edificio. Este pozo daba acceso a los cables de comunicaciones y eléctricos que salían de la casa y atravesaban la colina de atrás.

En esta fotografía se ven los restos del camino de entrada que pasaba por delante del Berghof. Un tramo de escaleras a la izquierda conducía a la entrada de la casa. Más abajo se puede ver una fotografía original en la que se ven los escalones que conducen a la misma entrada: